Vivíamos conectados a la naturaleza. No solo a las plantas, árboles y flores, también al aire, al Sol, a la Luna, a los ríos y el mar…
En la antigüedad las plantas eran alimento y medicina, se usaban los cuarzos, las piedras, se preparaban elixires que fortalecían la mente y el Espíritu.
Baños de limpieza psíquica en los ríos y con agua de lluvia era común.
En esta nueva Era estamos recordando y volviendo a la naturaleza. Estamos Re- conectando con nuestra esencia.
Los 4 elementos físicos que forman la naturaleza: tierra, agua, aire y fuego también constituyen tu cuerpo físico. Agregamos un quinto elemento que es el Espíritu, tu Espíritu.
Entonces te das cuenta que no solo eres parte de la naturaleza, ERES la naturaleza.
Cierra tus ojos¡s e imagina la lluvia, el oleaje del mar o como fluye un río, de inmediato conectas emocionalmente con la visión.
El elemento agua en tu cuerpo es “emociones”. Todas las emociones se reflejan en tu cuerpo: la tristeza hace que salgan lágrimas, el miedo hace que tu cuerpo sude, cuando no quieres “mostrar” emociones puedes tener falta de control de esfínteres, la angustia y la ansiedad que también son “miedo” hace que quieras orinar frecuentemente
Todos los líquidos de tu cuerpo: sangre, sudor, lágrimas, líquido amniótico, liquido seminal, pus…. Están relacionados con las emociones.
De acuerdo a la calidad de la emoción se liberan en e cuerpo lo químicos que pueden curar y sanar o los químicos que puede dañar y enfermar.
Tomar agua natural en ayunas y antes de dormir te ayuda a equilibrar tus emociones. Agua de tibia a caliente de preferencia.
Conocer tus emociones y reacciones ante las diferentes situaciones te ayuda tener un cuerpo sano.
Te recomiendo llevar un “Diario de Emociones”, de esta manera te conocerás mejor y cuando se presente alguna situación sabrás cual emoción la creó y podrás curar y sanar desde el origen.
El conocimiento es Poder, el auto conocimiento es Súper Poder.
Lulú Lechuga